Maria Sharapova es la atleta mejor pagada del planeta, número uno del mundo y una bomba sensual. Ahora acaba de añadir a esta lista Roland Garros, el único Grand Slam que se le resistía.
Acaba de conseguir el último Grand Slam que faltaba en su curriculum: Roland Garros. Quizás ahora, la “vaca sobre hielo”, como ella se autodefine por lo incómoda que se desplaza sobre la superficie de tierra batida, podrá quitarse por fin el sambenito que le persigue de Kournikova. Es decir, la fama de tenista que ha adquirido mayor notoriedad e ingresos por sus acuerdos publicitarios que por sus victorias jugando al tenis.
Lo de ser un anuncio andante, una marca en sí misma, y generar más millones delante de una cámara que dando pelotazos está claro. Algo cada vez más habitual entre los deportistas de élite de primera línea. Según la revista económica Forbes, en 2011 Maria ganó alrededor de 20 millones de euros promocionando agua (Evian), raquetas (Head), ropa (Nike), tablets (Samsung), relojes (Tag Heuer) o joyas (Tiffany). Además, tiene su propia línea de ropa con Nike (Cole Haan) y se rumorea que anda inmersa en el lanzamiento de su futura marca de caramelos (con forma de pelota, por supuesto): Sugarpova. No es broma.
Esa capacidad innata para vender y un inglés perfecto –se mudó a Florida con su familia a los siete años– han convertido a Sharapova en la atleta femenina mejor pagada del planeta y la más googleada en 2011. Y todo ello sin tener cuenta de Twitter. Eso de tener que relatar los platos de pasta que engulle al día no le parece que tenga ningún interés…
Retomando las comparaciones con Anna Kournikova, las similitudes continúan en que ambas rusas son rubias y con cuerpos estupendos. Aunque, con permiso de Enrique Iglesias, el físico de Sharapova es más apabullante si cabe con su 1,88 de estatura, 15 centímetros más que la novia del cantante español. Algo que quedó patente cuando posó en bikini para la revista estadounidense Sports Illustrated (abajo).
Pero el rendimiento en la pista es otro cantar. A Kourni no le fue mal. Logró alcanzar el puesto 8 de la WTA sin ganar un solo torneo. Maria, en cambio, acaba de retomar la primera posición del ranking, tras meterse en la final de París, ha superado una operación de hombro que en 2008 la alejó de las pistas durante casi un año y cuenta con 27 títulos en su haber. Entre ellos los cuatro grandes: Wimbledon (2004), US Open (2006), Open de Australia (2008) y, desde el sábado, Roland Garros.
La tenista, también conocida como las piernas más largas del circuito, ostenta otro curioso récord dentro de las pistas: es la que más grita al pegar a la pelota. El mayor gemido recogido por un sonómetro en una cancha de tenis provenía de su garganta. Fue en Wimbledon en 2009 y alcanzó los 105 decibelios (el máximo tolerable por el oído humano es 120 db y a partir de 90 db puede producir daños…). Esta característica de su juego ha propiciado las quejas de sus oponentes y de la grada en alguna ocasión e hizo que el año pasado la radio BBC pusiera a disposición de los oyentes un programa (Wimbledon Net Mix) que permitía ecualizar las retransmisiones de los partidos, subiendo la voz de los comentarios y bajando el ruido de la pista. Pero para ver a Sharapova deslizarse por la hierba de Wimbledon habrá que esperar un par de semanas. De momento, ella se sacude feliz el sambenito Kournikova.
http://tendencias.as.com/2012/06/el-juego-de-sharapova-se-erige-frente-al-magnetismo-sexual.html